La decisión del Gobierno español de denegar el atraque en puertos españoles a buques que sospechaba —sin pruebas concluyentes— de transportar armas destinadas a Israel ha provocado una investigación oficial del Gobierno federal estadounidense. Este hecho, combinado con la inminente vuelta de Donald Trump al poder, podría desencadenar un enfrentamiento diplomático y comercial significativo, con potenciales repercusiones económicas, incluidas sanciones.
La Comisión Marítima Federal del Gobierno de los Estados Unidos (FMC, por sus siglas en inglés) ha anunciado en el registro oficial el inicio de una investigación, permitiendo que la empresa operadora de los buques, la danesa Maersk, presente alegaciones y solicite restituciones. Dos de los buques afectados, desviados en noviembre a Tánger y Lisboa, operaban con bandera estadounidense. Maersk expresó en su momento indignación, señalando que se les denegó la escala a pesar de que la carga era legal.
Fue el partido político Izquierda Unida, miembro de la coalición de gobierno, quien denunció ante la Fiscalía General del Estado el supuesto tránsito por el puerto de Algeciras de barcos procedentes de EE.UU. con armamento dirigido a Israel. Posteriormente, las autoridades denegaron la escala a dos buques, frente a lo cual Maersk afirmó que la carga cumplía «plenamente con las leyes y regulaciones nacionales e internacionales y no incluía armas ni municiones militares».
Las autoridades españolas denegaron la entrada a dos buques que forman parte de una flota de 60 embarcaciones inscritas en el Programa de Seguridad Marítima (MSP, por sus siglas en inglés). Este garantiza que EE.UU. mantenga una flota comercial activa, económicamente viable y militarmente útil, disponible para emergencias nacionales, conflictos armados u otras situaciones críticas de seguridad nacional.
El Gobierno de España conoce la lista de estos 60 buques, que son proveedores del Departamento de Defensa de EE.UU., tienen acceso a redes logísticas globales para apoyar operaciones militares y participan en suministros humanitarios. Estos buques, propiedad de empresas privadas, reciben subsidios del Gobierno estadounidense a cambio de estar disponibles para necesidades estratégicas.
La investigación de la FMC, si concluye que España ha «creado condiciones desfavorables para el transporte marítimo en el comercio exterior de EE.UU. al negar la entrada a sus puertos a ciertos buques, incluidos aquellos que participan en el Programa de Seguridad Marítima», podría llevar a sanciones significativas. Estas sanciones incluyen la prohibición de entrada de buques españoles a puertos estadounidenses y multas de hasta 2.304.629 dólares por cada viaje afectado.
Las navieras afectadas tienen hasta el 26 de diciembre para presentar sus alegaciones. El Gobierno de España también puede enviar sus argumentos y soluciones propuestas, al igual que cualquier parte interesada con información relevante sobre los motivos de la denegación. Las pesquisas serán lideradas por el abogado de la FMC, quien elaborará un informe detallado con alegaciones, respuestas y conclusiones.
La investigación publicada en el boletín oficial señala que las acciones de España al denegar la entrada a puertos de buques estadounidenses podrían interpretarse como una violación de normas comerciales internacionales o un impedimento a las rutas seguras desarrolladas por EE.UU. en el comercio marítimo global.
La decisión final de la FMC no se dará a conocer hasta después de la toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero. Durante su mandato anterior, la Comisión de Comercio de EE.UU. impuso aranceles a las aceitunas españolas por considerar que sus productores recibían subsidios europeos que les otorgaban ventaja competitiva sobre los estadounidenses. Aunque la Organización Mundial del Comercio instó a EE.UU. a retirar dichos aranceles, este se ha negado.
En julio de 2024, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, propuso en la cumbre de la OTAN una condena a Israel por el elevado número de bajas civiles en Gaza, instando a mostrar «unidad y cohesión» frente a Rusia e Israel. Sin embargo, su propuesta no obtuvo respaldo.
España rechazó la entrada a tres buques de carga en 2024: dos operados por Maersk en noviembre y otro en mayo. En octubre de 2023, ya había prohibido envíos de armas a Israel por parte de empresas nacionales. La negativa al atraque del Marianne Danica ocurrió días antes de que España, junto con Irlanda y Noruega, reconociera oficialmente al Estado Palestino el 28 de mayo de 2024.
Los buques afectados, el Maersk Denver y el Maersk Seletar, ambos portacontenedores procedentes de EE.UU. y con destino a Israel, tenían programadas escalas en Algeciras en noviembre de 2024. Sin embargo, el Gobierno español les negó el permiso para atracar por sospechas de transportar armamento. El Maersk Denver fue desviado al puerto de Tánger Med en Marruecos el 8 de noviembre de 2024. Por su parte, el Maersk Seletar, que tenía prevista su llegada el 14 de ese mismo mes, también fue redirigido.
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