El alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, detenido el miércoles por cargos de “corrupción” y “terrorismo”, denunció ante la policía que las acusaciones en su contra son “inmorales y sin fundamento”, según un comunicado difundido el sábado por la municipalidad.
“Las acusaciones inmorales y sin fundamento que se han vertido contra mí, que van desde reportes inventados hasta el calendario mismo de las investigaciones, están diseñadas para socavar mi reputación y credibilidad”, declaró a la policía, que le interrogó durante cinco horas.
Su arresto en la madrugada del miércoles desató masivas manifestaciones en Turquía, un movimiento de protesta que se ha convertido en el más importante en una década.
Su formación, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), denunció un “intento de golpe de Estado”.
La detención del principal rival político del presidente Recep Tayyip Erdogan sacudió los mercados financieros y lastró la cotización de la moneda local.
“Este proceso no sólo perjudicó la reputación internacional de Turquía, sino que además golpeó la confianza de la población en la justicia y en la economía”, dijo el alcalde Imamoglu.
“Quienes orquestaron este proceso pronto deberán rendir cuentas ante los tribunales divinos y terrenales”, agregó. AFP
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