Rafael Reiter Muñoz, exjefe de seguridad de Pdvsa
En un nuevo episodio significativo de uno de los casos de corrupción que han sacudido a la estatal petrolera venezolana PDVSA, el banquero suizo-portugués Paulo Jorge Da Costa Casqueiro Murta se ha declarado culpable de facilitar el pago de 26 millones de dólares en sobornos a altos funcionarios venezolanos.
Según los documentos judiciales, Murta admitió su participación en un complot para violar la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA, por sus siglas en inglés). El banquero suizo ayudó a establecer cuentas bancarias en el Banco EspÃrito Santo de Portugal, a través de las cuales se canalizaron los sobornos a funcionarios clave de PDVSA.
Detalles del acuerdo de culpabilidad
El acuerdo de culpabilidad de Murta fue sellado ante el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Texas, en Houston. En el documento judicial, se revelan detalles inquietantes sobre las operaciones ilÃcitas del banquero y sus cómplices.
Murta admitió haber ayudado a abrir cuentas bancarias secretas en el Banco EspÃrito Santo de Portugal para miembros del equipo directivo de PDVSA y otros funcionarios de la empresa estatal. Estas cuentas fueron utilizadas para canalizar los sobornos, con el fin de influir en decisiones comerciales y obtener contratos lucrativos.
Uno de los correos electrónicos citados en el documento judicial muestra cómo, en enero de 2012, Murta envió a uno de sus cómplices un desglose de las tarifas que debÃan pagarse para reactivar una cuenta en el Banco EspÃrito Santo. El monto ascendÃa a aproximadamente 38,217 francos suizos solo para ese año.
El documento judicial cita un correo electrónico de enero de 2012 en el que el acusado Paulo Murta envió a Shiera un desglose de las tarifas que debÃan pagarse para «reactivar la cuenta de Reiter» en el Banco EspÃritu Santo (BES). EspecÃficamente, el documento dice:
«Por ejemplo, el 25 de enero de 2012 o alrededor de esa fecha, el acusado envió a Shiera un correo electrónico que contenÃa un desglose de las tarifas que debÃan pagarse para reactivar la cuenta de Reiter en BES. Las tarifas para 2012 ascendÃan a aproximadamente 38,217 francos suizos.»
El documento parece referirse a Rafael Ernesto Reiter Muñoz, exjefe de seguridad de Pdvsa bajo la gestión del entonces presidente de la petrolera, Rafael RamÃrez.
Una pesquisa realizada por las autoridades portuguesas reveló que Safeleader Investments LLC, una sociedad constituida en 2010 en las Islas VÃrgenes Británicas, un conocido paraÃso fiscal caribeño, fue establecida en diciembre de ese año por Paulo Casqueiro Murta, directivo del BES, a nombre de Rafael Reiter. La investigación detalló que la empresa tenÃa como beneficiario formal al venezolano Samark José López Bello, amigo de Reiter. López Bello fue arrestado en abril de 2024, en Venezuela, junto con el exministro de petróleo del chavismo, Tareck El Aissami, para quien actuaba como intermediario y testaferro. Tanto López como El Aissami fueron detenidos en relación con el caso Pdvsa-Cripto.
Una amplia red de corrupción
El caso de Murta no es un incidente aislado, sino que forma parte de una investigación más amplia liderada por las autoridades de Houston sobre la corrupción en PDVSA. Según el periodista Joshua Goodman, de la agencia Associated Press, el banquero suizo es la vigésima cuarta persona en declararse culpable en esta investigación.
NEW: Swiss banker Paulo Murta pleads guilty to facilitating payment of $26 million in bribes to senior Venezuelan officials, much of it via Portugal’s Banco Espirito Santo.
Murta is the 24th person to plead in Houston-led probe of corruption at state-run oil company @PDVSA. pic.twitter.com/NhWN6t36QO
— Joshua Goodman (@APjoshgoodman) May 21, 2024
Las revelaciones sugieren que existÃa una red intrincada de sobornos y corrupción dentro de la empresa petrolera estatal venezolana, en la que participaban no solo funcionarios de alto rango, sino también intermediarios financieros como Murta.
Con su declaración de culpabilidad, el banquero suizo podrÃa enfrentar severas sanciones penales y económicas. Sin embargo, su cooperación con las autoridades podrÃa brindar información valiosa para desentrañar aún más los hilos de una de muchas tramas de corrupción que han manchado la reputación de PDVSA y del sector energético venezolano.
La trama de corrupción en PDVSA se profundiza
A medida que salen a la luz más detalles del caso, la magnitud de la trama de corrupción en PDVSA se vuelve cada vez más alarmante. Según los documentos judiciales, Murta no solo ayudó a abrir cuentas bancarias secretas para funcionarios de PDVSA, sino que también participó en el establecimiento de estructuras corporativas opacas para ocultar la identidad de los beneficiarios finales de los sobornos.
En uno de los correos electrónicos citados, Murta recibió instrucciones de uno de sus cómplices, Abraham Shiera, para confirmar si una cuenta bancaria a nombre de un familiar de un alto funcionario de PDVSA, identificado como «Oficial C», estaba lista para recibir fondos. Murta respondió afirmativamente y envió los costos asociados con la apertura de la estructura y la cuenta, que ascendÃan a aproximadamente 39,982 francos suizos.
El papel de Shiera en la trama de corrupción
Abraham Shiera, el cómplice mencionado en los documentos judiciales, fue también una pieza clave en la red de corrupción. Shiera, quien también se ha declarado culpable en el caso, actuó como intermediario entre Murta y los funcionarios de PDVSA, facilitando el flujo de sobornos a través de las cuentas bancarias secretas establecidas por el banquero suizo.
Según los registros, Shiera estuvo involucrado en la transferencia de más de 25,9 millones de dólares en sobornos a través de las cuentas que Murta ayudó a establecer. Esta cifra astronómica da una idea de la magnitud de la corrupción que prevalecÃa en PDVSA durante ese perÃodo.
A medida que se desentrañan más capas de esta trama de corrupción, se intensifican los llamados a una mayor rendición de cuentas y reformas estructurales dentro de PDVSA.
Hasta que no se tomen acciones contundentes para abordar este problema sistémico, la nube de corrupción seguirá oscureciendo el futuro de PDVSA y, por extensión, de la industria energética venezolana en su conjunto.