América Latina está experimentando la peor epidemia de dengue jamás registrado en la historia de la enfermedad, con más de 8,2 millones de casos de personas afectadas este año, según los datos de la Organización Panamericana de la Salud.
La zona más impactada es el Cono Sur, incluyendo a Brasil, Argentina y Paraguay. Pero ya hay preocupación por el riesgo de que el virus que causa la infección transmitida por picaduras de mosquitos también circule más en países como los Estados Unidos, Canadá o los de Europa durante el verano boreal.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos ya han registrado desde el inicio del año 1.025 casos autóctonos en 3 de los estados. Se notificaron en Puerto Rico, Florida y las Islas Vírgenes de los Estados Unidos. El año pasado, en cambio, fueron 1206 casos en todo el año.
Al tener en cuenta la gran epidemia que se desarrolla en América Latina, y los diferentes factores que pueden favorecer la circulación del virus, el doctor Albert Ko, profesor de epidemiología de enfermedades microbianas en la Escuela de Salud Pública de Yale, en los Estados Unidos, dijo en diálogo con NBC News: “Es preocupante para los lugares donde el dengue no se ha producido antes en la historia reciente: América del Norte y Europa”.
La infección era más común en regiones tropicales del planeta. Pero los mosquitos que transmiten la fiebre del dengue, Aedes aegypti, han ganado una mayor distribución.
Sus poblaciones habitan más en climas más templados, como el centro de Argentina y Uruguay en el hemisferio sur o en zonas meridionales de EE.UU. Recientemente, esos insectos se encontraron en Bay Area y Washington, D.C.
Desde la comisión directiva de la Asociación Panamericana de Infectología, el doctor Tomás Orduna comentó que Canadá y Chile son los dos únicos países de América que aún no han registrado casos autóctonos de dengue.
“Este verano, podría haber brotes de dengue en los Estados Unidos, pero serían limitados porque allí el ordenamiento urbano es mayor y eso facilita el control para evitar criaderos de mosquitos”, comentó Orduna, quien es también asesor científico de la Fundación Mundo Sano.
En Europa, “hubo una gran expansión del mosquito Aedes albopictus, otro de los vectores del virus del dengue, y se ha pronosticado que podría haber más infectados durante los próximos años. Las condiciones climatológicas podrían favorecer que este año también se produzcan casos autóctonos”.
En abril pasado, la profesora ICREA Rachel Lowe, que dirige el grupo de resiliencia sanitaria global en el Barcelona Supercomputing Center, en España, presentó una investigación en la que afirma que el calentamiento global y la urbanización podría generar brotes de enfermedades transmitidas por mosquitos en las próximas décadas por zonas actualmente no afectadas del norte de Europa, Asia, Norteamérica y Australia. Fue durante el Congreso Mundial ESCMID (antes ECCMID) en Barcelona.
Un estudio publicado en 2019 en la revista Nature Microbiology había advertido el aumento de las temperaturas atribuido al cambio climático podía intensificar la circulación del virus del dengue en las zonas ya endémicas, a través de una amplificación viral más rápida, el aumento de la supervivencia del vector, la reproducción y la tasa de picaduras.
Además, había pronosticado que “el aumento de las temperaturas puede agravar aún más esta situación al permitir una mayor propagación y transmisión en zonas de bajo riesgo o actualmente libres de dengue de Asia, Europa, Norteamérica y Australia”.
Gabriela Paz-Bailey, jefa de la rama de dengue en la división de enfermedades transmitidas por vectores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en Puerto Rico, comentó que ahora se detectan casos de dengue todos los años. “Esto se debe en parte al cambio climático”, afirmó. Días atrás, se produjo la muerte por dengue de una persona de 85 años en Puerto Rico.
Puerto Rico, un lugar donde pueden producirse brotes de dengue en verano y otoño, declaró una emergencia de salud pública a finales de marzo después de que el territorio estadounidense se viera desbordado por los casos de dengue y más de 400 personas fueran hospitalizadas.
Para el doctor Ko, la epidemia de dengue en zonas de Brasil y Argentina, donde el dengue no había sido antes un gran problema, “da una idea de lo que se puede ver en Norteamérica en las próximas décadas”.
El pasado mes de octubre, las autoridades sanitarias de California notificaron el primer caso de dengue de transmisión local en Pasadena. También se ha producido transmisión local en Arizona, Florida y la costa sur de Texas.
“En los estados del sur de los Estados Unidos, las condiciones climáticas ya han favorecido la presencia de dos especies de mosquitos que pueden transmitir el virus del dengue, Aedes aegypti y Aedes albopictus. Eso representa un riesgo de haya transmisión autóctona del virus si las personas llegan con la infección contraída en otros países”, dijo a Infobae el médico colombiano Alfonso Rodríguez-Morales, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero (SLAMVI).
Entre junio y agosto de 2023 se produjeron olas de calor sin precedentes en Europa, donde se observaron casos de transmisión autóctona del dengue en Francia, Italia y España. “En los tres países está presente el mosquito Aedes albopictus y hay riesgo de que puedan notificarse más casos locales este año en ciudades-, señaló Rodríguez-Morales-. Si siguen aumentando las temperaturas, Canadá podría llegar a registrar circulación viral en el futuro”.