Agentes estadounidenses colocaron este viernes alambres de púas en cruces fronterizos con la Ciudad Juárez (norte) y realizaron ejercicios de seguridad previo a la investidura presidencial de Donald Trump el próximo lunes.
Semana / AFP
El despliegue de uniformados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) se concentró en el puente internacional Paso del Norte/Santa Fe, que comunica con El Paso, Texas, observó una periodista de la AFP.
El cruce de vehículos en esta transitada frontera estuvo detenido por unos 40 minutos, mientras los funcionarios colocaron bloques de concreto y alambradas.
Ciudad Juárez es una de las principales puertas de entrada a Estados Unidos para migrantes que huyen de la pobreza, la violencia o la inestabilidad política en sus países.
Según la oficina del CBP en El Paso, estos ejercicios iniciaron en 2019 y buscan que los agentes estén “preparados en caso de que haya un incidente que requiera respuesta y acción”.
Pero según comerciantes de la zona, estas maniobras se han multiplicado a medida que se acerca el inicio del gobierno de Trump, quien ha amenazado con la mayor deportación de migrantes indocumentados en la historia de Estados Unidos.
“Es el segundo cierre que me toca esta semana”, dijo a la AFP Yadira Martínez, usuaria del cruce internacional.
Esta localidad es también uno de los puntos habilitados por Estados Unidos para que migrantes que soliciten asilo obtengan una cita a través de la aplicación móvil CBP One, lo que les permite ingresar legalmente y contar con permisos de residencia y trabajo mientras reciben respuesta.
Este mecanismo, que Trump promete eliminar, ha contribuido a reducir los cruces clandestinos, según el gobierno del mandatario saliente Joe Biden.
Ante la posibilidad de una deportación masiva, las autoridades mexicanas instalarán a finales de enero albergues temporales para recibir a sus ciudadanos.
En Tijuana (noroeste), fronteriza con San Diego, la alcaldía declaró esta semana una “emergencia” para liberar fondos que permitan atender la eventual llegada de expulsados.
El gobierno de la presidenta izquierdista Claudia Sheinbaum ha advertido que recibirá solamente a deportados mexicanos, aunque el grueso de los migrantes son venezolanos y centroamericanos.
La posesión de Donald Trump como nuevo presidente de los Estados Unidos se realizará el próximo 20 de enero. | Foto: AP
Durante el primer gobierno de Trump (2017-2021), México aceptó recibir a deportados de otras nacionalidades y darles opciones de permanecer en el país a cambio de que Estados Unidos no impusiera aranceles a sus exportaciones.
Según analistas, Sheinbaum podría acordar algo semejante con Trump para desactivar los renovados amagos del magnate de gravar productos mexicanos.
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