Por Gabriela Ruiz
El escenario polÃtico venezolano se ha sacudido con revelaciones explosivas que apuntan a una trama de grandes proporciones. Según las filtraciones divulgadas por el Ministerio Público de Venezuela, el exministro de petróleo y expresidente de Pdvsa, Tareck El Aissami, otrora pieza clave del engranaje gubernamental, habrÃa conspirado en las sombras con destacados lÃderes de la disidencia para intentar derrocar al presidente Nicolás Maduro. Una telaraña de complicidades y traiciones que desvela los hilos de una operación oscura para desestabilizar al Ejecutivo.
Tareck El Aissami
Las pesquisas judiciales arrojan luz sobre pactos secretos y componendas entre El Aissami y figuras opositoras como Leopoldo López y Julio Borges, con la aparente anuencia de diplomáticos estadounidenses. Una danza de intereses cruzados que buscarÃa remover a Maduro del poder a cualquier precio, incluso recurriendo a acciones de fuerza para precipitar un quiebre institucional.
El otrora todopoderoso jerarca oficialista, detenido recientemente junto a su lugarteniente Samark López y el exministro Simón Zerpa, habrÃa utilizado sus amplias conexiones para tejer alianzas impensadas con sus acérrimos adversarios ideológicos. Una red de conspiradores impensable, que, según los audios difundidos, estaba al tanto de planes tan osados como el intento de magnicidio con drones explosivos en 2018 y el intento de golpe del 30 de abril de 2019 liderado por López y Juan Guaidó.
La trama alcanza ribetes de novela de espÃas al incluir a funcionarios del Departamento de Estado norteamericano en sus entrelazados hilos conspirativos. «Jimmy» Story, el entonces embajador estadounidense con sede en Bogotá, figura como pieza clave al exigir «resultados» y acciones «disruptivas» a los implicados para desestabilizar al Gobierno venezolano, según las grabaciones ventiladas.
Se trató de una inesperada alianza de improbables socios con un único fin: remover del poder a Nicolás Maduro, aun a costa de poner en vilo la estabilidad nacional.
Detalles de las conversaciones filtradas que exponen los planes conspirativos
El velo de la trama conspirativa se ha rasgado con la filtración de las mordaces conversaciones telefónicas que salpican a los involucrados. Un oscuro entramado de intrigas y planes desestabilizadores quedan al descubierto en los audios divulgados por la FiscalÃa, donde se desnudan los entresijos de la operación para derrocar a Maduro.
Las grabaciones exponen sin ambages el meollo de las negociaciones y los pactos alcanzados entre los improvisados aliados de esta insólita coalición. Leopoldo López, Julio Borges, Carlos Vecchio y Carlos Ocariz, baluartes de la disidencia criolla, aparecen negociando abiertamente con Samark López, mano derecha del oficialista devenido en conspirador Tareck El Aissami.
Un diálogo descarnado donde se barajan opciones para desestabilizar las entrañas del poder bolivariano. «Necesitamos que con la ayuda de la gente se pueda liberar a presos polÃticos que se escapen», exigÃa sin cortapisas la voz de Borges, en una muestra del tono crudo que adquieren los intercambios filtrados.
La trama adquiere visos de urdimbre internacional al traslucirse la participación de diplomáticos norteamericanos como James «Jimmy» Story, según se colige de los audios. «Jimmy me dice que plantearon las conversaciones que hemos tenido tú, él y yo», confiesa Borges a su interlocutor en las pintorescas grabaciones.
Un lúgubre paisaje de oscuras negociaciones, chantajes y presiones se desvela en las conversaciones ventiladas.
Participación de diplomáticos estadounidenses en la trama conspirativa
Las revelaciones filtradas no dejan lugar a dudas sobre la injerencia de actores foráneos en la trama para intentar una salida de fuerza en Venezuela. La cruda realidad es que diplomáticos estadounidenses de alto rango aparecen involucrados de lleno en los entresijos del complot para desestabilizar al Gobierno bolivariano.
Los audios divulgados retratan sin matices la participación protagónica de James «Jimmy» Story, el exembajador estadounidense con sede en Bogotá. Una pieza clave para la operación desestabilizadora, que aparece presionando a los conspiradores locales para ejecutar acciones concretas contra el Ejecutivo venezolano.
«Jimmy me dice, mándale a decir a Samark que nosotros como gobierno necesitamos que pasemos de hablar a hacer cosas», confiesa sin ambages Julio Borges en una de las conversaciones interceptadas. Un mensaje directo del funcionario gringo exigiendo resultados tangibles a sus inesperados socios criollos.
«Nosotros necesitamos que Samark o la gente alrededor de Samark pueda hacer cosas concretas y como le llamarÃamos como disruptivas, como cosas verdaderamente impactantes», arengaba Story, según Borges, de acuerdo con los extractos ventilados.
Una implacable hoja de ruta que desnudaba las intenciones injerencistas de altos funcionarios estadounidenses en connivencia con sectores de la disidencia local. Presionar, desestabilizar, generar caos, propiciar un quiebre institucional… Todo valÃa para la agenda de remover al «régimen» de Maduro del poder.
Confesiones de Samark López sobre su rol como operador en la conspiración
La trama de la intentona golpista adquiere nuevos y sórdidos matices con las confesiones de Samark López, el hombre clave que operaba como eslabón entre los conspiradores criollos y los ingenieros extranjeros de la conspiración.
«Siendo sábado 27 de abril del año 2024, siendo las 9:30 de la noche, paso a continuación a describir una serie de hechos que han salido en la lÃnea de investigación de estos últimos dÃas, en el caso relativo a la trama Pdvsa-Cripto», arranca su explosiva confesión el operador Samark López, con ánimo de dejar un testimonio en vÃdeo de sus turbias andanzas.
La voz temblorosa del reo confiesa los entresijos de su papel de facilitador y eslabón con los sectores golpistas de la disidencia. «A lo mejor este es un momento que es más interesante para plantear lo que habÃamos hablado hace unas semanas», confesaba Leopoldo López a Samark López en uno de los audios filtrados sobre sus tejes y manejes conspiratorios.