El cielo nocturno de marzo ofrecerá un espectáculo astronómico impactante: la llamada Luna de Gusano de Sangre, un fenómeno que combinará la Luna Llena de marzo con un eclipse lunar total. Según la NASA, el evento ocurrirá la madrugada del 14 de marzo de 2025, cuando la Luna pase por la sombra de la Tierra, adquiriendo un tono rojizo característico, conocido como “Luna de Sangre”.
Infobae
El eclipse será visible en Estados Unidos, México, América Central y parte de América del Sur. Comenzará en la noche del 13 de marzo, cuando la Luna entre en la sombra parcial de la Tierra a las 23:57 EDT. La fase total se iniciará el 14 de marzo a las 2:26 EDT, alcanzará su punto máximo a las 2:59 EDT y concluirá a las 3:31 EDT. La Luna dejará la sombra terrestre por completo a las 6:00 EDT, según datos de la NASA.
Este evento será uno de los últimos eclipses lunares totales visibles en la región hasta dentro de varios años. La última vez que ocurrió un fenómeno similar fue en 2022, y el siguiente no se repetirá hasta 2028.

El término Luna de Gusano proviene de las denominaciones tradicionales que diversas tribus nativas de Estados Unidos asignaban a la Luna Llena de marzo. Según el Old Farmer’s Almanac, estas comunidades bautizaban las lunas llenas según eventos naturales asociados a cada mes. En marzo, con el deshielo primaveral, empezaban a aparecer lombrices en la tierra, lo que inspiró el nombre.
Otras culturas indígenas del noreste de Estados Unidos la llamaban la Luna del Cuervo, porque el graznido de estas aves anunciaba el final del invierno. También se la conocía como Luna de Corteza, por la capa de hielo que se formaba sobre la nieve derretida y congelada, y Luna del Azúcar, porque coincidía con la época en la que se extraía la savia del arce para producir jarabe.
El término “Luna de Sangre”, por otro lado, se refiere al tono rojizo que adquiere la Luna durante un eclipse lunar total. Según la NASA, esto sucede porque la atmósfera terrestre filtra la luz solar y desvía los tonos rojos hacia la superficie lunar, un efecto óptico similar al que da color a los amaneceres y atardeceres.
El color de la Luna durante el eclipse puede variar desde un tono cobrizo hasta un rojo oscuro, dependiendo de la cantidad de partículas en suspensión en la atmósfera, como polvo, ceniza volcánica o contaminación.
