Desde su sede en Miami Lakes, la firma legal Alfaro & Fernández, P.A. ha lanzado una ofensiva legal en Florida. Actuando en nombre del ganadero venezolano Waldo Rujano Mora, han enviado una carta de “cese y desista” a Gustavo Lainette Aloma, un conocido activista social y presidente de la ONG Resistencia Venezolana. La misiva, que data de enero de 2025, es una amenaza velada de litigio, un intento de silenciar las acusaciones que han surgido en las redes sociales. La firma acusa a Lainette de perpetrar una supuesta difamación a través de publicaciones en Instagram, realizadas mediante la cuenta @ResistenciaVEOF.

El documento, enviado por correo certificado, no es una simple advertencia, sino una “demanda formal”, el paso previo a una posible batalla en los tribunales. Los abogados exigieron una retractación inmediata de lo que califican como aseveraciones “falsas, difamatorias y maliciosas”, y el fin de cualquier comentario que pueda dañar la imagen de su cliente, Rujano Mora.
Este movimiento, más que defensivo, parece una estrategia para acallar un escándalo que lleva meses gestándose. La controversia se centra en investigaciones y acusaciones que vinculan a Rujano Mora con actividades turbias, una madeja a la que Lainette se ha estado refiriendo en sus publicaciones en línea.
Las acusaciones contra Rujano: El núcleo de la discordia

La carta enviada por los abogados de Rujano detalla las declaraciones que, según ellos, constituyen la base de la supuesta difamación. Publicadas en un post de Instagram en diciembre de 2024, estas aseveraciones son el detonante de la controversia. Entre ellas, resalta la afirmación de que Rujano Mora estaría siendo investigado por las autoridades colombianas, una sombra que se cierne sobre su reputación.
Pero las acusaciones de Lainette no se quedan ahí. El activista, a través de su organización, fue un paso más allá, señalando que Rujano no solo estaba bajo investigación, sino que había sido acusado formalmente tanto en Colombia como por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense. El supuesto delito: vínculos con el narcotráfico internacional.
El tercer punto de la discordia, y quizás el más explosivo, es la afirmación de que Rujano Mora controla un vasto imperio empresarial, con más de 60 compañías registradas en diversos países, desde Venezuela hasta Estados Unidos, pasando por Colombia, Panamá y España. Lainette habría añadido leña al fuego al sugerir que Rujano financia a figuras de la oposición política en el estado Táchira, Venezuela, y que el origen de esos fondos podría ser el narcotráfico. Según Alfaro & Fernández, P.A., tales declaraciones son “inequívocamente falsas” y difamatorias bajo la ley de Florida. Buscan así, a toda costa, una retractación pública, con la amenaza de escalar el caso a los tribunales.
La respuesta de Lainette: Desafiante ante la amenaza legal
Lejos de amilanarse ante la amenaza de una demanda, Gustavo Lainette ha respondido con una furia palpable a las exigencias de los representantes legales de Rujano. Su réplica, lejos de ser conciliadora, destila indignación y desafío. En un lenguaje crudo y directo, el activista ha dejado claro que no se dejará intimidar por lo que considera tácticas legales de un “enchufado”.
Las palabras textuales de Lainette, publicadas en respuesta a la carta de “cese y desista”, no dejan lugar a dudas sobre su postura: “ESTA PLASTA DE MIERDA ANDA DEMANDÁNDOME”. “ME CAGO EN LA MADRE DE LAS DEMANDAS DE ESTOS ENCHUFADOS”. Unas declaraciones que reflejan una determinación inquebrantable de no retractarse y de enfrentar las consecuencias de sus acusaciones. La respuesta de Lainette, sin duda, añade un nuevo nivel de tensión al conflicto.
El pasado de Rujano: sombras y conexiones sospechosas
La controversia en torno a Waldo Rujano Mora y su familia no es nueva. Antes de las aseveraciones de Lainette, investigaciones periodísticas habían puesto el foco sobre los Rujano Garófalo y sus presuntos vínculos con el fallecido narcotraficante colombiano José Guillermo “Ñeñe” Hernández. La polémica, lejos de ser un evento aislado, lleva meses cocinándose a fuego lento, alimentada por revelaciones que sugieren una red de relaciones y negocios que trascienden fronteras.
Waldo Rujano Mora, el patriarca de la familia, se erige como la figura central de esta trama. Fotografías y testimonios lo ubican en estrecha cercanía con “Ñeñe” Hernández y su esposa, la exreina de belleza María Mónica Urbina. Esta cercanía ha desatado especulaciones sobre la verdadera naturaleza de su relación, planteando interrogantes sobre posibles vínculos con actividades ilícitas. La relación entre Rujano y “Ñeñe” Hernández, documentada en imágenes de eventos y celebraciones, parece ir más allá de una simple amistad, sugiriendo la posibilidad de una sociedad en negocios turbios.


La presencia de María Mónica Urbina, esposa de “Ñeñe” Hernández, en eventos de promoción de Carnes Grin, una empresa vinculada a los Rujano, añade otro elemento intrigante al tema. Esta aparición pública plantea la duda de si la compañía cárnica ha servido, en algún momento, como fachada para operaciones irregulares.


Otro punto clave en la intrincada red es la Finca Villa Cecilia, ahora propiedad de la familia Rujano Garófalo, ubicada en Piedecuesta, Santander, Colombia. La Finca Villa Cecilia, un lugar que “Ñeñe” Hernández solía exhibir como propio, fue escenario de reuniones de Hernández con figuras como Hussein Sleiman, director de la compañía libanesa Sleiman Livestock Co. SAL, en el contexto de exportaciones de ganado al Líbano, por parte de Hernández y su compadre y socio Jhon Alexander “Toto” Ariza, añadiendo un componente internacional a la trama.

“Toto” Ariza, Dulcey y el entramado empresarial de los Rujano

Las investigaciones también han sacado a la luz la conexión de los Rujano con otros personajes del entorno de “Ñeñe” Hernández, como Jhon Alexander Ariza Pineda, alias “Toto” Ariza, y el ganadero Roberto Dulcey Cristancho. “Toto” Ariza, quien en el pasado fue señalado por presuntamente utilizar su empresa ganadera, Agropecuaria El Búfalo, para lavar dinero del narcotráfico, también tiene vínculos con los Rujano. En 2019, Agroinversiones RG S.A.S., una empresa de Waldo Rujano, fue demandada junto con las empresas de Ariza por un cobro de deuda, revelando una conexión financiera entre ambos.

Roberto Dulcey, un connotado ganadero colombiano y amigo cercano de “Ñeñe” Hernández, completa el cuadro. Su empresa, Expoganados Internacional S.A.S., vendió ganado a la firma libanesa Sleiman Co. for Livestock SAL, la misma que recibió ganado de la empresa de “Toto” Ariza. Adicionalmente, Vicente Rujano, hijo de Waldo Rujano, a través de una firma de papel, terminó convirtiéndose en propietario de un apartamento que poco antes perteneciera a Dulcey, ubicado en el condominio Echo Aventura, con vistas a la Bahía de Dumbfoundling, en la ciudad de Aventura, Florida. Este cruce de transacciones comerciales refuerza la idea de una red de relaciones que involucra a los Rujano, a Ariza y a Dulcey, todos ellos vinculados, de una u otra forma, al fallecido “Ñeñe” Hernández.

La familia Rujano Garófalo ha tejido un vasto imperio empresarial que se extiende por Venezuela, Colombia, Estados Unidos y Panamá. Este complejo entramado de compañías y propiedades ha despertado sospechas sobre el origen de su riqueza y la legalidad de sus operaciones. En Venezuela, poseen alrededor de 10 fincas ganaderas y son dueños de Disprogata C.A., una empresa que produce y exporta a Estados Unidos, snacks para perros. En Colombia, además de la Finca Villa Cecilia, controlan Carnes Grin.
El imperio inmobiliario en EE.UU. y la conexión panameña
El alcance de los Rujano se extiende hasta Estados Unidos, donde registraron aproximadamente 60 empresas en Florida entre 2013 y 2019, muchas de ellas vinculadas a propiedades inmobiliarias. Su cartera incluye decenas de inmuebles, la mayoría destinados al alquiler. En Miami Gardens, poseen al menos 51 casas tipo adosadas, mientras que en Miramar tienen al menos 8 propiedades, incluyendo casas y otros inmuebles en condominios de mayor lujo. También poseen propiedades en Pembroke Pines.

Panamá también figura en el mapa de los negocios de los Rujano. Operan a través de Global Enterprise Wavg, Inc., una compañía cuyo nombre parece ser un acrónimo de los miembros del clan. Esta empresa, junto con Track Industries, S.A., forma parte de una estructura corporativa que genera interrogantes sobre el flujo de fondos y su posible origen.
La Ley Orgánica de Extinción de Dominio en Venezuela podría aplicarse al patrimonio de los Rujano Garófalo, si se demuestra que sus bienes provienen de actividades ilícitas. Es así que la sombra de la duda se extiende sobre el imperio Rujano.
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