China acusó este viernes al nuevo presidente taiwanés, Lai Ching-te, de empujar la isla autónoma hacia “la guerra” y amenazó con reforzar sus “contramedidas”, en el segundo día de importantes maniobras militares alrededor de Taiwán.
“Desde que tomó posesión de su cargo (el lunes), el dirigente de la región de Taiwán ha cuestionado seriamente el principio de una sola China (…), lo que está empujando a nuestros compatriotas de Taiwán a una peligrosa situación de guerra”, declaró Wu Qian, portavoz del Ministerio de Defensa, en un comunicado.
“Esto se llama jugar con fuego, y los que juegan con fuego seguro que se quemarán”, añadió.
“Cada vez que (el movimiento que apoya) ‘la independencia de Taiwán’ nos provoque, iremos un paso más allá con nuestras contramedidas, hasta lograr la reunificación completa de la patria”, advirtió el portavoz.
El ejército chino inició el jueves dos días de ejercicios militares alrededor de Taiwán, que el lunes celebró la investidura como presidente de Lai Ching-te, considerado por Pekín como un “peligroso separatista”.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que “desde las 07:14 de hoy (23:14 GMT del jueves), se detectaron 62 aviones (…) 47 de los cuales cruzaron la línea mediana”, en referencia a la línea que divide al estrecho de Taiwán, situado entre la isla y China continental.
Se trata del mayor número de aviones observados en 24 horas este año. El ministerio también censó 27 buques de la armada y guardacostas chinos, movilizados para estos ejercicios.
El dispositivo forma parte de una campaña de escalada de la presión militar de China sobre esta isla de régimen democrático, con incursiones casi cotidianas de barcos y aviones en su entorno y varios ejercicios a gran escala desde 2022.
Su objetivo es verificar “la capacidad para tomar el poder, atacar conjuntamente y controlar territorios claves”, señaló el viernes el portavoz militar chino Li Xi.
En Pingtan, isla china situada en el estrecho de Taiwán, turistas posaban el viernes ante un cartel que rezaba “La distancia más cercana entre la madre patria y la isla de Taiwán”, de 126 km.
“Compartimos raíces comunes”, declaró a la agencia AFP Chen Yan, una mujer de 60 años de Wuhan, en el centro de China. “Así que creo que es inevitable que haya una unificación”.
Imágenes difundidas por el ejército chino muestran soldados saliendo de un edificio para ocupar sus puestos de combate y aviones militares despegando al son de una música marcial.
La cadena estatal CCTV informó que marineros chinos se comunicaron con sus homólogos taiwaneses en altamar y les advirtieron que no debían “resistir a la reunificación por la fuerza”.
Y un gráfico animado publicado por las fuerzas armadas chinas recrea una lluvia de misiles contra objetivos clave en el norte, el sur y el este de la isla, asegurando que van a “cortar los vasos sanguíneos de la independencia de Taiwán”.
La Guardia Costera de Taiwán denunció que cuatro buques guardacostas chinos habían accedido a “aguas restringidas” en su territorio, y urgieron a Beijing a “detener inmediatamente su comportamiento irracional”.
Naciones Unidas pidió el jueves a todas las partes evitar una escalada y Estados Unidos, el principal aliado y proveedor de armas de Taipéi, instó “firmemente” a China a actuar “con moderación”.
China y Taiwán se gobiernan separadamente desde el fin de la guerra civil en 1949, pero Beijing reivindica su soberanía sobre la isla y no descarta el uso de la fuerza para tomar su control.
El territorio apenas cuenta con relaciones diplomáticas oficiales con 12 países del mundo, pero dispone de gobierno, ejército y moneda propia y desempeña un papel crucial en la economía mundial como principal productor de semiconductores.
Ya antes de la victoria de Lai en las presidenciales de enero, China había advertido que si era elegido, llevaría “guerra y declive” a la isla.
En un discurso de investidura que enfureció a Beijing, Lai celebró una época “gloriosa” para la democracia de Taiwán e instó a China a “cesar su intimidación política y militar”.
El viernes, la agencia de noticias Xinhua y el Diario del Pueblo del Partido Comunista publicaron editoriales alabando las maniobras, arremetiendo contra el “comportamiento traicionero” de Lai y prometiendo “un duro golpe”.
La víspera, el portavoz de la diplomacia china, Wang Wenbin, aseguró que las maniobras son una “advertencia seria” dirigida a los “independentistas” de la isla, que acabarán “ensangrentados”.
Los ejercicios se desarrollan en el estrecho de Taiwán y al norte, sur y este del territorio, así como en las islas administradas por Taipéi de Kinmen, Matsu, Wuqiu y Dongyin.
(AFP)
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